viernes, 29 de julio de 2011

Carmen Rosa homenajea al "durazno" de Periana.

PECHUGA DE POLLO EN SALSA DE DURAZNOS CON AROMA DE RON AÑEJO


En los primeros años del siglo XX, el banco de Amberes (Bélgica) crea una compañía llamada Compañía de los Ferrocarriles Suburbanos.

Uno de los múltiples proyectos de la compañía era unir Málaga con Granada a través de la costa y subiendo por Vélez Málaga, debido a la guerra no se llevó a cabo, sólo llegó hasta Ventas Zafarraya .

Mis abuelos paternos trabajaban en dicha compañía, eran guardarailes del paso a nivel de la barriada malagueña donde nací, El Palo, con el tiempo algunos de mis tíos y mi padre, empezaron a trabajar en Suburbanos.

El tren de vapor que salía de Málaga, se desplazaba junto al mar, camino de Vélez y llegaba hasta Ventas de Zafarraya, en cuya estación trasladaron a mi padre, durante unos meses a principio de los años 50, siendo a final de ésa década cuando pasó a ser conductor de autobuses Suburbanos, en la misma compañía, en la línea Málaga-Periana.

Era un autobús de la marca Pegaso, pintado en amarillo, que hacía el recorrido de 60 Kmts. en más de cuatro horas, paradas incluidas prácticamente sin tráfico, siguiendo la linea de costa hasta Torre del Mar y a partir de Velez hasta llegar a Periana, a través de carreteras estrechas que serpenteaba entre un vergel de olivos, vides, encinas y melocotoneros, maravillosos paisajes. Llegaba al atardecer, hacia noche en la única pensión y volvía a salir de madrugada; así año tras año.

Yo hacía el trayecto de pie, en la escalerilla de subida del conductor, agarrada al asiento, disfrutando del paisaje y orgullosa de mi padre, a quien todo el mundo quería y saludaba.

Debido a las escasos y difíciles medios de comunicación mi padre era un lazo de unión para todo el mundo, con la capital malagueña; por su forma de ser y su carácter tan abierto, cariñoso y amable nunca tenía un no para nadie.

Periana se encuentra en la ladera de la Sierra Alhama a 500 metros sobre el nivel del mar, donde imperan sus casas pintadas de cal, con un blanco reluciente , sus calles estrechas y sus plazas repletas de sombras invitan al paseo y que no han perdido la reminiscencias de los pueblos blancos de la Axarquía malagueña.

Periana está unida a la memoria de mi padre y gracias a él, valoro sus productos, para mi (con todos los respetos) las mejores uvas moscatel, el mejor aceite y los mejores melocotones (duraznos como se les llama) son los de Periana.

De su aceite suelo hablar en “Mi cocina” con mucha asiduidad, ya que lo uso con frecuencia; Olivos centenarios, de la variedad verdial, de color verde intenso, cuyo nombre dio lugar a los populares fandangos conocidos como “verdiales”

En cuanto a los melocotones, quizás los más sabrosos del mundo, los “duraznos” de Periana, este aterciopelado fruto de carne prieta, su olor, su sabor y textura es realmente excepcional; pese al extendido reconocimiento del que disfruta, es curioso que fue introducido hace aproximadamente doscientos años por un vecino del pueblo apodado “El Rojo” que fue a Argentina a visitar a un familiar, trajo plantones de este árbol, sembrándolos en la finca de los “Altabacares”; la benignidad del clima, la fertilidad de la tierra ayudó que su producción se extendiera por la zona.

El último fin de semana de cada mes de Julio, se celebra el día del melocotón “durazno”, por lo que quiero homenajear a ése pueblo tan unido a mis recuerdos y a los de mi familia con ésta receta.

¿Cómo la hice?

En una cacerola plana poner un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, verdial, de Periana.

Dorar las pechugas de pollo, salándolas previamente y reservar.

Pelar los melocotones, quitar el hueso y partir en dos mitades, dorarlos en el mismo aceite y reservar.

Pochar una cebolla y dos dientes de ajo muy picaditos, dorándolos sin que se lleguen a quemar y volver a colocar las pechugas en la cacerola y mezclar.

Retirar del fuego, regar con ron añejo (usé ron Varadero, cubano) y flambear.

Volver a poner en el fuego una vez apagada la llama y agregar caldo de pollo (usé caldo del puchero, pueden ver mi receta en el buscador o primeros platos) hasta cubrir la carne y dejar hervir unos minutos.

Retirar el pollo y pasar por la minipimer la salsa junto con uno de los trozos de melocotón hasta que quede sin grumos.

Echar el pollo y los trozos de melocotón en la cacerola, llevar a ebullición y a dejar cocer a fuego lento durante veinte minutos, hasta espesar la salsa al gusto.

Probar de sal.

Servir con los trozos de “duraznos” .

Como guarnición aconsejo unas patatas fritas o como en ésta ocasión un arroz frito tres delicias (pueden ver mi receta en el apartado de recetas chinas o arroces)

¡¡ Disfruten de Málaga y buen provecho !!

PODÉIS SEGUIR SUS RECETAS EN SU BLOG DE COCINA:

1 comentario:

  1. Gema, muchisimas gracias ¡¡menudo detalle por tu parte!!
    Periana no merece menos.
    Mi agradecimiento por el acogimiento y el cariño que esos años hacia mi padre.
    Se llamaba José (le apodaban el avión) y fue conductor del autobus durante siete u ocho años.
    Te agradecería me informaras, si conoces a los dueños de la pensión, tambien bar. Estaba en la entrada, en la calle principal a mano izquierda, tenían dos hijas una de ellas Mª Carmen; tenían una casa a la entrada del pueblo.
    Muchos dias me quedaba con ellos en mis vacaciones estivales que recuerdo con especial cariño.
    Un cordial saludo y me reitero en lo que indico en "Mi cocina", el mejor aceite del mundo, el de Periana.

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