lunes, 14 de abril de 2014

Terremoto de Periana: Una reconstrucción solidaria.




TERREMOTO DE PERIANA:
UNA RECONSTRUCCIÓN SOLIDARIA

¡Oh santa Caridad! Ayer sin llanto
quedaron nuestros ojos: las ideas
errantes, y hoy en nuestro bien te empleas,
cubriéndonos piadosa con tu manto…
¡Sublime Caridad, benditas seas!

Tomás Rodríguez Rubí,  ¡Granada…Málaga!



Periana, un pueblo perdido de la Alta Axarquía, por segunda vez en su corta historia, volvía a ser noticia para la prensa. La primera vez lo fue en el año 1861, con motivo de los sucesos revolucionarios de Loja que llevaron a la cárcel a decenas de sus habitantes y culminaron con la ejecución a garrote vil, en la plaza del antiguo Ayuntamiento, de Antonio Abad Morales Mostazo.  En esta ocasión también lo fue por un motivo luctuoso: el terremoto acaecido el 25 de diciembre de 1884, cuando el temblor de la muerte se dejó sentir con toda su fuerza sobre el pueblo y nuestros antepasados aterrados por el pánico, pensaron que el tantas veces anunciado fin del mundo había llegado para ellos. Aquel nefasto día Periana no desapareció de la faz de la tierra, pero todos sus habitantes quedaron sumidos en luto, desolación y llanto.

La “Ilustración Española y Americana” resumió de esta forma la situación: “…el pueblo de Periana es un montón de escombros; el terremoto lo ha borrado del mapa; hay calles enteras en que se han quedado los tejados al nivel del suelo;…”

Ante un panorama tan desolador lo que necesitaba Periana, al igual que los otros municipios de Granada y Málaga devastados por el terremoto, era ayuda para proceder a su reconstrucción y esa ayuda, aunque con un poco de retraso, llegó gracias a la solidaridad de muchos españoles y extranjeros.  

Siendo el instigador de la solidaridad con los damnificados el tarifeño Luis Seco de Lucena, director del periódico “El Defensor de Granada” cuando aconteció la catástrofe.  Se dirigió a las autoridades y compañeros de la prensa dando cuenta de la aterradora situación que vivían los pueblos afectados por el terremoto. En un principio, aludiendo a la fama de exagerados que siempre tuvimos los andaluces, sus desesperados llamamientos de socorro lograron poco eco;  pero “el héroe de la caridad” como le bautizó el periódico “La Unión Mercantil de Málaga”, siguió actuando como portavoz de las victimas y suplicando caridad para los perjudicados,  consiguiendo remover la conciencia de los políticos, de toda la prensa española y de algunos importantes periódicos extranjeros como “The Times”, “Le Figaro”, “Le France” y “O Progresso de Lisboa”   Logrando que a los lugares más recónditos de Granada y Málaga, entre ellos Periana, llegaran corresponsales para dar cuenta al mundo de lo sucedido. Poniéndose en marcha, gracias a la tenacidad de Luis Seco de Lucena, un movimiento de solidaridad como muy pocas veces se había dado en la historia de la humanidad

UN POCO DE HISTORIA

En la GACETA DE MADRID del sábado 3 de enero de 1885 se público el siguiente:
PARTE OFICIAL

PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS

SS. MM. y Augusta Familia continúan en esta Corte sin novedad en su importante salud.

EXPOSICIÓN

SEÑOR: Tristes son las noticias que de las provincias de Granada y Málaga con desconsoladora rapidez trasmite el telégrafo, como resultado del fenómeno físico que desde la noche del 25 de Diciembre último viene repitiéndose con aterradora frecuencia.

Pueblos enteros de aquellas ricas y hermosas comarcas han desaparecido casi por completo, dejando sumidos en la mayor miseria a sus habitantes, que con dolor indescriptible ven la desaparición de los seres más queridos y de los bienes que a fuerza de laboriosidad y constancia pudieron adquirir para el bienestar de sus familias.

El hambre amenaza ya a aquellos pueblos ricos y venturosos ayer, y en el entretanto las moradas de sus desgraciados habitantes yacen hacinadas y revueltas con el suelo feraz que le proporcionaba la subsistencia.

Al subvenir tantas y tan perentorias necesidades no bastan ni bastar pueden los recursos tan limitados con que dentro del presupuesto puede contar el Gobierno de V. M.

Hay, pues, que acudir a otros medios que proporcionen recursos para aliviar tanta desventura y hacer menos sensible, en cuanto en lo humano quepa, la suerte de las tan desgraciadas comarcas asoladas.

Atendiendo a estas  consideraciones, que sería inútil extender más, porque con ellas bastan a demostrar su necesidad, vuestro Presidente del Consejo de Ministros, del acuerdo con el mismo Consejo, tiene la honra de someter a la aprobación de V. M. el siguiente proyecto de decreto.

Madrid 2 de enero de 1885

         SEÑOR:

         A L. R. P. de V. M.

Antonio Cánovas del Castillo


REAL DECRETO


Artículo 1º.- Por el Ministerio de la Gobernación se abrirá  inmediatamente una suscripción nacional con el objeto de atender en lo posible al remedio de los gravísimos males causados por recientes terremotos en las provincias de Granada y Málaga.

Art. 2º.- Se invitará por los respectivos Ministerios a cuantos cobran sueldos del Estado para que el haber que le corresponda al día 1º del próximo mes de Febrero lo dediquen integro a esta obra de caridad nacional.

Art. 3º.- Los Cuerpos Colegisladores serán también invitados a contribuir colectivamente y con lo que sus individuos tengan por conveniente a la misma obra, constituyéndose en junta especial para promover su suscripción los Diputados y Senadores de las dos provincias citadas.

Art. 4º.- Quedan autorizados todos los Representantes de España en el extranjero para admitir los donativos que espontáneamente se les ofrezcan con igual objeto.

Art. 5º.- Las Diputaciones provinciales y los Ayuntamientos de todo el Reino serán estimulados a suscribirse de por sí, o invitar a la suscripción a sus subordinados por los Gobernadores.

Art. 6.- Se formará en cada una de las provincias de la Monarquía una Junta provincial de auxilios a las victimas de los terremotos, así como las Juntas locales y municipales que se consideren oportunas para promover la suscripción general, cuidándose especialmente de que en su composición entren personas de todas aquellas clases sociales que puedan contribuir al alivio de los necesitados, sin distinción ninguna de opiniones.

Dado en Palacio a dos de Enero de mil ochocientos ochenta y cinco.

                   ALFONSO

El Presidente del Consejo de Ministros

Antonio Cánovas del Castillo


RESPUESTA AL LLAMAMIENTO
        
El llamamiento a la solidaridad que por Real Decreto había realizado el Ministerio de la Gobernación obtuvo pronta respuesta, y  7 de enero se publicó el primer listado de donantes y la cantidad recaudada que ascendía a 330.311´16 pesetas.  


SUSCRIPTORES
PESETAS
SS. MM.
100.000
S. M. la Reina Doña Isabel
5.000
S. A. el Infante Duque de Montpensier
5.000
Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros
5.000
Excmo. Sr. Ministro de Estado
1.000
Excmo. Sr. Ministro de Gracia y Justicia
1.000
Excmo. Sr. Ministro de la Guerra
1.000
Excmo. Sr. Ministro de Marina
1.000
Excmo. Sr. Ministro de Hacienda
1.000
Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación
1.000
Excmo. Sr. Ministro de Fomento
1.000
Excmo. Sr. Ministro de Ultramar
1.000
El Banco de España
125.000
D. Francisco de los Santos por el Casino Español de la Habana
35.100
El mismo, por la Sociedad Andaluza de la Beneficencia de la Habana, a cuenta de mayor suma
5.000
Importe de un día de haber de los sueldos correspondientes a los empleados de la Real Casa y Patrimonio
4.004´46
Importe de un día de haber del sueldo del señor Ministro y de los empleados de la Subsecretaria del Ministerio de la Gobernación.
1.797´04
Importe de un día de haber de los empleados del Gobierno Civil de Alicante
188´53
Importe de un día de haber de los empleados de la Diputación Provincial de Alicante
399´53
Sres. Weisveiller y Bauer
5.000
Excmo. Sr. Marqués de Urquijo
19.000
El niño Federico Abad
5
Excma. Sr. Doña Susana Benítez, viuda de Pareja
2.500
Excmo. Sr. Conde A de Camondo
3.000
D. Manuel Antonio Capo
25
D. Eduardo Olgado, señora e hijos
50
D. R. M., Oficial retirado
200
D. Eusebio Giraldo
250
D. José González Ambite, Sres. Mendelshon y compañía de Berlín, por conducto de los Sres. Bayo y compañía
3.000
Excmo. Sr. Don Francisco Alonso Rubios
100
                                                   SUMA…………                                        
320.311´46


EL PAPA TAMBIÉN COLABORA

El Excmo. Sr.  Nuncio Apostólico en esta Corte ha dirigido con fecha de ayer al Excmo. Sr. Ministro de Estado la siguiente Carta:

“Muy señor mío y amigo de mi distinguida consideración: Las noticias del terrible desastre ocurrido en algunas provincias de España a consecuencia del terremoto ha conmovido hondamente a Su Santidad el Papa León XIII.  Queriendo por tanto llevar algún alivio a sus desdichados hijos que hoy gimen bajo el peso de tamaño infortunio, el Padre Santo me ha ordenado poner desde luego a disposición del Gobierno de S. M. Católica con el indicado fin la suma de 40.000 pesetas.  Lo que cumplo con el mayor gusto y satisfacción, rogando  a V. se sirva indicarme a quien puedo pasar la referida cantidad”.

TODA ESPAÑA AYUDÓ

España entera acudió a las llamadas de socorro. Los donativos recibidos de todas las provincias de España y territorios de Ultramar sumaron un total de 3.449.191´39 pesetas. He aquí las cinco provincias que más y menos aportaron.  La baja contribución de las provincias Granada y Málaga viene determinada por el llamamiento que hicieron los prelados de ambas provincias que llegaron a recaudar 1.500.000 pesetas.

PROVINCIAS DE ESPAÑA
PESETAS
Madrid
1.080.519´24
Provincias de Ultramar
456.549´05
Barcelona
157.925´59
Zaragoza
110.376´22
Cádiz
103.503´04
Soria
11.822´89
Orense
11.796´10
Granada
8.885´50
Málaga
3.296´68
Canarias
2.403´36


EL EXTRANJERO NO SE QUEDÓ ATRÁS

Pero no fue solo de todos los puntos de España de donde llegaron donativos, también lo hicieron del extranjero, siendo treinta y cuatro los países de todo el  mundo que  acudieron a las llamadas de socorro.  Alcanzado sus donativos la suma total de 3.000.794´46 pesetas. He aquí los cinco países que más y menos aportaron.



PAISES DEL MUNDO
PESETAS
Alemania
475.746´28
Portugal
396.044´38
Méjico
386.999´59
Gran Bretaña
313.572´75
Brasil
263.279´64
China
3.003´55
Honduras
1.344´00
Haití
576´55
Dinamarca
545´00
Nicaragua
516´65


         La generosidad de españoles y extranjeros supuso la nada despreciable cifra de 6.455.985´85 pesetas – todo un  dineral para aquellos tiempos-, ahora había que buscar la forma de repartiros equitativamente entre los pueblos damnificados para proceder a su reconstrucción


EVALUACIÓN DE LOS DESPERFECTOS

Para cuantificar los desperfectos de cada población, con fecha miércoles 28 de enero de 1885,  los gobernadores de las provincias de Granada y Málaga, remitieron a los ayuntamientos de los pueblos afectados la siguiente circular.

Para cumplir la orden del Excelentísimo Señor Ministro de la Gobernación se hace preciso que los alcaldes de los pueblos de esta provincia remitan con toda urgencia los datos comprendidos en el estado que a continuación se inserta; advirtiendo que se les exigirá las más severa responsabilidad si de la comprobación pericial que se ha de hacer en su día, resultan no ser exactos los datos referidos.

Estado comprensivo de las desgracias personales y daños causados en este pueblo a consecuencia de los terremotos ocurridos desde la noche del 25 de diciembre de 1884.

Nombres de los perjudicados. Su condición social. Su estado civil. Desgracias personales ocurridas en la familia. Pérdidas sufridas en su mobiliario e industria. Valor aproximado de ellas. Recursos con que cuentas para su subsistencia. Número de edificios destruidos totalmente. En el pueblo. En el campo. Estimación probable de su reconstrucción. En los del pueblo. En los del campo. Número de edificios en inminente ruina. En el pueblo. En el campo. Cantidad a que puedan ascender las obras para su reparación. En los del pueblo. En los del campo. Números de edificios resentidos. En el pueblo. En el campo. Indemnización aproximada que procede. A los del pueblo. A los del campo.

Como es de suponer, todos los pueblos mandaron la información requerida lo antes posible, con la esperanza de recibir algún tipo de socorro. Y en el país de los pillos, la picaresca, a pesar de la gravedad de la situación, también hizo acto de presencia, dándose el caso de un pueblo que no había sufrido ningún tipo de daño y figuraba con ciento siete casas total o parcialmente hundidas y 66.813 pesetas de perjuicios. También hubo pueblos en que los daños se valoraron en más de veintidós veces el valor de la riqueza urbana imponible del municipio. Estos informes no sirvieron para nada, los daños causados por el terremoto en la provincia de Granada eran muy superiores a los producidos en la de Málaga, sin embargo, reflejaban lo contrario.  Sinvergonzonerías aparte, lo cierto era que el tiempo pasaba y las ayudas donadas para la reconstrucción de los pueblos afectados no llegaban a los afectados.   

Pero el siguiente decreto aparecido en la Gaceta de Madrid, hizo cambiar la situación.


REAL DECRETO

         A propuesta del Ministerio de la Gobernación, y de acuerdo con el parecer de mi Consejo de Ministros,
        
Vengo en nombrar Comisario Regio en las provincias de Granada y Málaga para dirigir e inspeccionar la reedificación de los pueblos destruidos por los terremotos de Andalucía, y dar empleo a los fondos recaudados por suscripción nacional en aquellas atenciones a D. Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas, ex Ministro de Fomento y Senador del Reino.

Dado en Palacio a trece de Abril de mil ochocientos ochenta y cinco.- Alfonso.- El Ministro de al Gobernación, Francisco Romero y Robledo.   

La misión del Comisario Regio, tal y como puso de manifiesto la prensa, días antes de su nombramiento, no iba a ser nada fácil: ¡Y cómo compadecemos al hombre a quien se le dé el encargo de repartir estos fondos! Aunque sea la honradez en persona, aunque trabaje día y noche con la mejor voluntad, aunque tenga la sabiduría de Salomón, ¡cuánto clamoreo se levantará contra él! Y tal vez este será tanto más grande, cuanto más de aquellas facultades posea.  De seguro que si los mismos ángeles hicieran la repartición, tampoco nadie quedaría contento.                                                                                                                                                              

         Globalmente, la labor realizada por la Comisaría Regía se puede valorar de manera muy satisfactoria, disolviéndose una vez realizado su cometido 32 meses después. 

         Mucho era el dinero recogido gracias a la generosidad de españoles y extranjeros, pero más grandes eran las necesidades de las poblaciones afectadas. La Comisión Regia disponía de 6.455.985´85 pesetas para repartir y 101 eran los municipios que la esperaban como si fuera maná caído del cielo.


BAREMOS PARA EL REPARTO DE AYUDAS

         En un primer momento, al ser tan grandes las necesidades y no tantos los recursos disponibles, el ministro de Gobernación declaró ante el Congreso de los diputados que solamente serían socorridos los propietarios que pagasen menos de 75 pesetas de impuestos. Pero gracias al aumento de los donativos que llegaban y a la bajada de la primera valoración de los daños, se pudo ampliar.  Pero considerando que era injusto que se socorriese en la misma proporción al modestísimo propietario, que pagase 5 pesetas de contribución, que al rico que lo hiciera con 600.

         Para socorrer a los damnificados cuyas casas resultaron dañadas, se tuvo en cuenta la cantidad que pagaban de impuestos. Estableciéndose el siguiente baremo:

-      Al que pagase menos de 25 pesetas se le indemnizaría con el 70 por ciento de lo perdido, declarado por la inspección facultativa.
 
-      Al que pagase entre 25 y 30 pesetas con el 60 por ciento. de lo perdido. 

-      Al que pagase entre 50 y 75 pesetas con el 45 por ciento.

-      Al que pagase de 75 a 600 pesetas con el 30 por ciento. 

-      Las fincas que no estuvieran amillaradas(2) no eran indemnizadas.  


Por lo que respecta a las casas destruidas se llegó a siguiente acuerdo. Tomando como referencia el metro cuadrado de construcción que se fijo en 20 pesetas.


-      A las fincas cuyo valor, según amillaramiento, no llegaba a las 250 pesetas se le auxiliaba con 200 pesetas.

-      Las comprendidas entre 250 y 500, 300 pesetas. 

-      Entre 1.000 y 2.000, 500 pesetas,

-      Si pasaba de 2.000 se le entregaba una casa nueva.


SOLIDARIDAD CON PERIANA

A Periana de los 6.455.985´85 le correspondieron 300.587´30 pesetas (el 4´65 %),  siendo el pueblo malagueño mas beneficiado, solo superado por los municipios granadinos de Alhama, Arenas del Rey, Güevéjar y Albuñuelas.  La cantidad asignada a nuestro pueblo pone de manifiesto la magnitud de la catástrofe ocurrida en el mismo, en contraposición con la asignada a los municipios cercanos que apenas sufrieron daños: Riogordo 647 pesetas, Viñuela 617, Colmenar 3.307´50,  Alcaucín 8.251

Al no tener validez los informes realizados por los gobernadores civiles de Granada y Málaga, todo lo relacionado con  el papeleo hubo que volverlo a hacer, esto llevo aparejado un considerable retraso.  El primer pago efectuado por la Comisión Regia en Periana se produjo en noviembre del año 1885, su importe fue de 593´50 pesetas correspondientes a 5 vales certificados. Estando fechado el último en diciembre de 1887, siendo su importe de 316´65 pesetas correspondientes a 2 vales certificados de obras ejecutadas por los propietarios damnificados por los terremotos.

         En aquellos tiempos, con el dinero asignado a Periana por la Comisaría Regía  se podían hacer muchas cosas y la verdad es que se hicieron.  Utilizando expresiones muy nuestras podemos decir que los cuartos cundieron bastante y dieron mucho de sí, ya que hubo para construir el barrio de La Lomilleja con sus 10 calles, una plaza y 56 casas;  se repararon 26 casas; se auxilió a casi 500 damnificados con vales para que ellos  procedieran a reparar sus viviendas y  algo se empleó en escuelas (2).


MAS SOLIDARIDAD CON PERIANA

La ayuda de la Comisión Regia fue la más importante, pero no la única aportada para la reconstrucción de Periana. Podemos citar la construcción de la iglesia  costeada a cargo de los fondos especiales que autorizó la Ley de 14 de junio de 1885 para la reconstrucción de templos;  las escuelas adosadas a la misma  sufragadas con un donativo que hizo la Diputación Provincial de Álava; las casas construidas en La Quinta por el Obispado de Málaga…  

Periana, nuestro pueblo, donde la tierra andaba y la desolación y el espanto convivió largo tiempo con sus habitantes, aprendió bien la lección y llevó a la práctica ese dicho popular que dice “es de bien nacido ser agradecido”, y cuando la ocasión requirió su ayuda,  siempre figuró entre los municipios más solidarios.

                                   
1)     Según el diccionario de la RAE: Regular los caudales y granjerías de los vecinos de un pueblo para repartir entre ellos la contribución.

2)    Para conocer con detalle lo realizado por la Comisión Regia en Periana consultar en los números cuatro y seis de ALMAZARA,  los artículos publicados por Rafael Morales Villanueva y Francisco Santos Arrabal.


JOSÉ MANUEL FRÍAS RAYA

Publicado en el número 40 de ALMAZARA, la revista de Periana.

VEINTE MINUTOS EN LA FUENTE
    
         Desde que tuve la dicha de ser pregonero de San Isidro y  el infortunio de perder a mis padres, aconteceres ocurridos en los últimos cuatro años, en mi calendario hay dos fechas que ineludiblemente me traen a Periana: el 15 de mayo para echarle trigo al Patrón y, en los días cercanos a los Santos, para arreglar las bóvedas de mis progenitores y ponerle flores.

         El viernes, 25 de octubre de 2013, cumplí con la segunda de mis obligaciones perianenses. Cuando viajo, al no gustarme conducir e ir casi siempre de acompañante, suelo ser un huésped disciplinado, me dejó llevar y jamás pongo reparos a lo que decide el conductor o su cónyuge.  En esta ocasión era mi hermana, María Dolores, la que llevaba la voz cantante, y decidió que la primera parada sería en la carnicería de Pepe de “La Adela”  y el horno de Anita.

         A las doce menos cuarto llegamos a La Fuente, mi cuñado Miguel aparcó el coche en la puerta de la que fue tienda de Pepita “Torres”. Cumplí con el ritual de saludar a San Isidro, mojarme las manos y beber agua en mi caño predilecto.  A continuación, llamé a Pedro Téllez Núñez “Mendas”, con el que tenía una conversación pendiente, por si se encontraba en el pueblo; pero me comunicó que no llegaría hasta el día treinta.  Observé que Antonio “El Caribe” se encontraba sentado en la puerta del que antaño fue el bar de José Manuel “El Pañero” –hoy tienda de Juan de “La Adela”-, me acerqué a él y, al igual que había hecho en otras ocasiones, después de saludarnos, iniciamos una entretenida conversación. Antonio, - padre de mis amigos de niñez Rafalito, Antoñito e Isidro-, que supera con propina los ochenta, sigue teniendo una conversación agradable, una figura esbelta y una agilidad que para si quisieran muchos con la mitad de sus años.  Ni que decir tiene que pasé con él un ratillo delicioso, me informó que aconsejado por sus hijos había dejado de ir a buscar espárragos, pero que en cuanto hubiera pensaba ir a coger setas; rememoramos sus tiempos de vendedor de pescado junto a la casa donde nací y pase mi niñez; me preguntó sí conocía su actual vivienda y le dije que desde que emigré de Periana, hace más de cuarenta y cinco años, no la había vuelto a pisar, con cara de satisfacción me dijo que la actual es muy distinta a la que yo conocía, ahora tiene cámaras y parece otra, siendo el cambio fruto de su estancia en Alemania, donde trabajó algún tiempo y se trajo los cuarenta mil duros con los que la arregló…, cuando la conversación estaba más que interesante, se presentó una de sus nietas, hija de su hija Margarita (a la que pusieron ese nombre en honor de Doña Margarita Carrasco Hette, la que fue casi 40 años comadrona de Periana), conduciendo un gran coche, y se fue con ella para hacer, según me dijo, algunos “mandaillos”.

         Me asomé a la puerta de la carnicería y estaba más llena que la iglesia del pueblo en la misa del día del Patrón.  Deduje que la espera iba para largo y, al no encontrar nadie con quién hablar, busque un remedio para aliviarla. Con “El Caribe” había comentado la poca gente que pasaba andando y los muchos coches que lo hacían por donde estábamos sentados.  Así que  miré la hora, me situé en la puerta cerrada del edificio que albergó la farmacia de Francisco Torres Gómez,  cogí papel y bolígrafo y decidí contar las personas y coches que pasaban por allí. Cuánta tristeza y nostalgia me embargó al recordar aquellos lejanos días cuando la Fuente, a esa y a cualquier hora del día, era un hervidero de gentes. No concebía que un oasis maravilloso tuviera vida de desierto. Entonces me di cuenta del inexorable paso del tiempo y de lo mucho que han cambiado las cosas en Periana, aceptando resignado la manifiesta realidad que me mostraba que nada es lo mismo aunque todo pareciera igual.

Ignoro si todos los días sucederá lo mismo o lo ocurrido aquel viernes fue algo excepcional y los caminantes, al tener noticias de que en La Fuente había un sujeto sospechoso que tomaba notas, decidieron quedarse en sus casas; y los poseedores de coches se pusieron de acuerdo en cogerlos todos y pasar por allí para que yo los anotase.  Lo cierto es que en los veinte minutos que ejercí de contable de humanos y vehículos a motor, transitaron por La Fuente 17 personas andando, 47 coches y 2 motocicletas; formándose en algún momento tal algarabía de vehículos, que me entraron ganas de ponerme a regular la circulación. En honor de los conductores debo manifestar que todos, sin excepción, demostraron un perfecto conocimiento del código, pericia al volante, gran educación y exquisita amabilidad: no hubo roce alguno, nadie tocó el pito ni se dijo una mala palabra.

De las 17 personas que pasaron andando por el lugar más céntrico del pueblo, 10 eran mujeres y 7 hombres,  13 de las cuales superaban los 50 años, siendo solamente cuatro las menores de esa edad: mi amigo Rafael Llamas “El Correo” –pilar fundamental de esta revista-, un chico joven que salió de la peluquería unisex que hay en la parte superior de lo que fue el Bar Garrafina, de Antonio y Manuel “Castañetas”, y dos mujeres que charlaban animadamente,  desconocidas para mí.

         Los automóviles iban conducidos por 27 hombres y 20 mujeres, las motocicletas por 2 hombres jóvenes.  Algunos coches llegaron a pasar varias veces, dándose el caso de uno blanco, algo deteriorado, que llegó a hacerlo en 4 ocasiones.  Referente a la edad de los conductores me atrevería a decir que solamente 5 superaban los 50 años.  Otra característica que pude observar es que más de la mitad de los chóferes andaban muy sobrados de peso. Sin tener conocimientos de dietética, pero el diagnostico saltaba a la vista, me atrevería a calificar la gordura de cinco de ellos, tres mujeres y dos hombres, como obesidad casi mórbida.  Cuando abandonamos La Fuente, camino del bar de mi prima Puri, no daba crédito a lo visto por mis ojos.

         En un pueblo como Periana, donde las calles son un regocijo para la vista y la distancia entre los dos puntos más distantes de su núcleo urbano –pongamos por caso de Los Empalmes al Cementerio, desde lo más alto del Barrihumo a lo más hondo de la calle de Las Monjas o desde El Barrero al final del Carrascal- puede recorrerse andando, en unos diez minutos, no comprendo la necesidad de coger el vehículo: ¡con lo sano que es andar y lo agradable que resulta!  Y, que yo sepa, el litro de  gasolina cuesta en Periana, al igual que en el resto de España, lo equivalente al pan que consume cada dos días una familia de cuatro  miembros.

         No sé cuando volveré por Periana, lo mismo puede ser dentro de cuatro días que de cinco meses, las circunstancias y los avatares de la vida decidirán. Al regresar, casi con toda seguridad en coche ajeno, ignoro el lugar donde arribaré. De ser en La Fuente, repetiría mí acostumbrado ritual: saludar a San Isidro, mojarme las manos, beber agua en mi caño predilecto y si, por un casual, no encontrará con quien  hablar, volvería a tomar notas y me encantaría comprobar que se han invertido los términos, que lo ocurrido el viernes 25 de octubre de 2013 fue algo inusual: siendo muchas las personas que pasan por el lugar más céntrico del pueblo andando y pocas en coche.

         JOSÉ MANUEL FRÍAS RAYA
Publicado en el número 40 de ALMAZARA, la revista de Periana.

        
                                                                       

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